Siento la vida como el
Aire siente mi razón
No puedo soñarla de
Día porque dejo de
Respirar al ritmo de tu
Amor
Idilio mira mi rencor
Leo tus labios tratando de
Escuchar tu canción
No alcanzo a sentirla porque me hace falta tu
Alma
Brota mi soledad tratando de
Encontrar tu ausencia
Tratando de recoger tu
Aroma de mujer afable y el
Néctar de tu existencia
Con mi hálito sólo acariciaré al
Unísono de tu
Respiro
Acariciaré tu mirada con sólo
Rozar el ápice de tu alma
Alma de mujer que
No recuerda odios sólo se
Guarda en mí como un día más de mi memoria
Octogenaria
Memoria que encarna tu voz
Omitiendo el odio de tu amargo llanto que
Ni en quebrantos podrá despojarte de
Ti y de tus designios
Omnipresentes en la mujer ensoñada
Y en la mujer animada: en tu
Alma